Me acerqué al borde del lago para agacharme con cuidado y elegancia , dejando que todo mi peso reposase sobre mis tobillos . Asomé mi cabeza por encima de la capa de agua y suspiré al ver mi reflejo , ondulándose al compás de las pequeñas corrientes que producía el viento sobre el agua . Con cuidado cogí los mechones sueltos y los coloqué junto con el resto de los cabellos detrás de mi espalda . Dejé de acuclillarme sobre la superficie del lago para dejarme caer sobre la hierba húmeda, arqueando una de mis piernas mientras echaba la cabeza para atrás .